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08/12/2020
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La conductora reveló que Jones la sometía a extremas dietas y les decía comentarios lastimosos con frecuencia.
Por El Intransigente América News
MÉXICO -. La polémica en torno a la Miss Universo 1991 y actual directora del certamen ‘Mexicana Universal’, antes ‘Nuestra Belleza’, Lupita Jones; parece estar lejos de ver su fin. En esta ocasión, fue la ex Big Bother Azalia Ojeda, quien en entrevista con Ventaneando reveló los oscuros momentos que vivió durante su pasó por el concurso de belleza y cuestionó a la empresaria “¿En qué se basa para llamar a las participantes gordas, alcohólicas o golfas?”, indicó.
“Yo me acuerdo que una semana antes, te juro por Dios que comía lechuga y 10 almendras”, expresó la hoy conductora. De acuerdo con su relato, Jones nunca se mostró empática con sus concursantes, ni al pendiente de su alimentación o su salud física ni emocional, razón por la que hoy celebra que esta situación haya por fin visto la luz.
“¿Qué le diría? Me da mucha lástima, porque al final el abuso de poder y el karma la alcanzó. Ojalá que la quiten”, reveló Azalia. Sobre las exigencias estéticas que Lupita pone a sus reinas para avanzar en el concurso, esto reveló: “Me dijo te voy a mandar a un lugar donde te van a hacer masajes y vamos viendo y si no igual y te tienes que poner bubis o te tienes que… Entonces mi mamá volteó y le dijo, ‘no, ella está muy joven y muy chica para hacerse cosas’. Si la aceptan así que bueno, sino sáquela”.
“El trato de ella hacia nosotras era muy despectivo hacia nosotras… ‘están gordas, no coman tanto’”, remembró. Además, reveló que incluso se vivían situaciones de extorsión al interior del certamen para avanzar en el mismo, por parte del equipo de la Miss Universo. De acuerdo con Ojeda, muchas de las reinas no llegaron a cumplir su sueño de alcanzar la corona, porque la propia Lupita las boicoteó: “Está tan enferma, tan ávida de ‘yo fui Nuestra Belleza México’ que no quiero que hayan más como yo”.
“Yo quedé entre las seis finalistas, una de las personas que te digo que… se llamaba Carmen, no me acuerdo del apellido, era su mano derecha. Se le acercó a mi mamá y le dijo que yo ya había quedado entre las seis finalistas, que si a mi mamá le interesaba, palabras textuales, que yo quedara entre los tres lugares, que no le prometía el primer lugar, pues que se tenía que mochar con una módica cantidad de lana”, continuó su relato.
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